miércoles, 13 de febrero de 2013

Extraviado en la lluvia


Desorientado noviembre
amaneciste melancólico;
eternizado de grises,
rumiaba tu crespo firmamento;
tus eclipsantes y abstractas nubes,
lloraban a mares;
sentimientos mudos,
llenaban centurias de soledad.

Presagiando obscuridades,
las intrincadas angustias;
masas acuosas,
se desparramaban en el turbado éter;
ennegrecido de pesadumbres,
se saturaba de tristezas;
y un latido gemelo,
palpitaba muy lejos de mi corazón.

El taciturno llanto,
empapaba de nostalgias mi alma;
un chipichipi interminable,
bajaba con tanta melancolía;
el ánimo se extraviaba
en los manglares de aflicciones;
y no paraban de acumularse,
cuajados recuerdos de ti.

Imágenes encapsuladas,
incineraban el pensamiento;
martirizaban la memoria,
con instantes de agua salada;
la desaforada máquina de amor,
desorbitaba su cauce;
y los engranes de romanticismo,
se pasmaron de dolor.

Errabundo en un valle húmedo
de sombras marchitas,
desde un horizonte a otro,
era la misma historia sin fin;
aborregados y pardos nimbos,
se vaciaban lentamente;
y sobre el suelo, se estancaban
los charcos de suave ternura.

Apoderándose de mi esencia,
descongelados vestigios;
ofuscado por oxidantes lágrimas,
el menguado espíritu;
lastimado de penas y deterioro,
por mil años de soledad,
caminé perdido, bajo la triste lluvia
…de ese noviembre.



e.g.
(Elucidario personal)

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